martes, 8 de noviembre de 2011

Autores representativos de la poesía gauchesca

·         Bartolomé Hidalgo
Es considerado el iniciador formal y el primer representante de la literatura gauchesca. Nacido en Montevideo. Cruzó el Río de la Plata en 1818, e inició en Buenos Aires una singular carrera de poeta profesional, que duró apenas cuatro años, ya que murió joven, en 1822.
"Allá va cielo y mas cielo
cielito de la mañana...
después de los risueñores
bien puede cantar la rana.
Lima anduvo endureciendo
entre el temor y el encono,
y por ajuste de cuentas
D. Laserna largó el mono.
Cielito, cielo que sí
bien se lo pronostiqué
pero ya que ansí lo quiso
tenga paciencia el Virrey.
Desconfiando de su alzada
quitaron a D. Pezuela,
porque el infeliz tenía
medio picada una muela.
Cielito y luego a Laserna
le encargaron el
gobierno...
oh, mozo para un encargue
¡si no hubiera sido invierno!
Juyó con todas las platas
y aun alivió los conventos
no dejaron ni ratones
con la juerza del tormento.
Cielito, cielo que sí,
tome bien la deresera,
porque con la pesadumbre
no dé en una vizcachera.
Con puros mozos de garras
San Martín entró triunfante,
con jefes y escribanistas
y todos los comandantes.
Cielito, cielo que sí,
digo, cese la pendencia,
ya reventó la coyunda
y ¡viva la
Independencia!
Y en
cuento gritaron ¡viva!
Ya salieron boraciando
los libres con las banderas
que a la Patria consagraron.
Cielo, y ya las garabinas
y los cañones roncaron
y hasta las campanas viejas
allí dejaron el guano.
¡Qué bailes y qué junciones!
Y aquel beber tan prolijo,
que en el rico es alegría
y en el pobre pedo fijo."
Bartolomé Hidalgo,"Al triunfo de Lima y Callao. Cielito patriótico que compuso el gaucho Ramón Contreras"
La obra de Hidalgo puede clasificarse, en "Cielitos" y "Diálogos patrióticos.
En los tres "Diálogos patrióticos" (que tienen como personajes a Jacinto Chano y a Ramón Contreras), Hidalgo ensayó una primera aproximación al diálogo o entonación (elemento fundamental de la futura poesía gauchesca) que consiste en la apropiciación culta y autorizada de las célebres payadas populares anónimas. Todo ello lo ubica como uno de los precursores fundamentales del género gauchesco.

·         Hilario Ascasubi
Nació en Fraile Muerto (hoy Bell Ville), provincia de Córdoba.
En Montevideo, a los veintiséis años, donde Ascasubi, afirmado en la tradición iniciada por Bartolomé Hidalgo, escribió y publicó sus primeros poemas gauchescos. Tuvo como centro casi exclusivo de sus ataques la figura de Rosas y el rosismo.
"Amenaza de un mashoquero y degollador de los sitiadores de Montevideo dirigida al gaucho Jacinto Cielo, gacetero y soldado de la Legión Argentina, defensora de aquella plaza:
Mirá, Gaucho salvajón,
que no pierdo la esperanza,
y no es chanza,
de hacerte probar qué cosa
es Tin Tin y Refalosa.
Ahora te diré cómo es:
escuchá y no te asustés;
que para ustedes es canto
más triste que un Viernes Santo,
Unitario que agarramos
lo estiramos;
o paradito nomás,
por atrás,
lo amarran los compañeros
por supuesto, mashoqueros,
y ligao
con un maniador doblao,
ya queda codo con codo
y desnudito ante todo.
¡Salvajón!
Aquí empieza su aflición.
(...)
Cuando creemos conveniente
después que nos divertimos
grandemente, decidimos
que al salvaje
el resuelto se le ataje;
y a derechas
lo agarra uno de las mechas,
mientras otro
lo sujeta como a un potro
de las patas,
que si se mueve es a gatas."
Hilario Ascasubi, Paulino Lucero, a los gauchos del Río de la Plata cantando y combatiendo contra los tiranos de las Repúblicas Argentinas y Oriental del Uruguay.
En 1833 publicó (muy inspirado en "Diálogo patriótico interesante", de Hidalgo) un diálogo entre los gauchos orientales Jacinto Amores y Simón Peñalva, quienes hablan sobre las fiestas cívicas celebradas ese año en Montevideo. Desde entonces y hasta 1851 realizó una perseverante campaña contra el rosismo, bajo diversos seudónimos, aunque predominó el de Paulino Lucero. Toda la obra de este período fue recopilada en dos volúmenes bajo el título de Trobas de Paulino Lucero.
Escribió prosas y poesías gauchescas contra Urquiza y la Confederación, en un periódico unipersonal titulado Aniceto el Gallo; Gaceta Joco-Tristona y Gauchi-Patriótica, que alcanzó catorce números y un boletín entre 1853 y 1859.
Por otra parte, Ascasubi había emprendido, hacia 1850 y aún en Montevideo, la escritura de un extenso y ambicioso poema: Los mellizos, luego conocido como Santos Vega.
Alojado en París ordenó y publicó su poesía, en tres volúmenes; el último de ellos, Santos Vega.
Sin embargo, fue en los poemas de Paulino Lucero donde Ascasubi logró versos más expresivos, entre los que se destaca el poemas "La Refalosa", en que un mazorquero le cuenta al gaucho Jacinto Cielo el tormento y degüello a que son sometidos los unitarios caídos en sus manos.

·         Estanislao del Campo
Es autor consagrado por una sola obra: Fausto, impresiones del gaucho Anastacio el Pollo en la representación de esta ópera. Se trata de un poema altamente representativo de un período muy singular de la literatura gauchesca: el de su convergencia con la poesía culta. Por otra parte fue, después del Martín Fierro de José Hernández, el más popular poema gauchesco del siglo XIX.
"En un overo rosao
flete nuevo y parejito,
caiba al bajo, al trotecito
y lindamente sentao,
un paisano de Bragao,
de apelativo Laguna:
mozo jinetazo ¡ahijuna!
Como creo que no hay otro,
capaz de llevar un potro
a sofrenarlo a la luna.
¡Ah, criollo! Si parecía
pegao en el animal,
que aunque era medio bagual,
a la rienda obedecía,
de suerte que se creería
ser no sólo orrocinao,
sino también el recao
de alguna moza pueblera:
¡Ah, Cristo! ¡Quién lo tuviera!...
¡Lindo el overo rosao!
Como que era escarciador,
vivaracho y coscojero,
le iba sonando al overo
la plata que era un primor:
pues eran de plata el fiador,
petral, espuelas, virola,
y en las cabezadas solas
traia
el hombre un Potosí:
¡Qué...! ¡Si traia, para mí,
hasta de plata las bolas!"
Estanislao del Campo, Fausto, impresiones del gaucho Anastacio el Pollo en la representación de esta ópera.
El poema narra el encuentro fortuito de Anastacio el Pollo y su amigo Laguna, y el relato que aquél hace a éste del pacto entre el Diablo y el Doctor que vio representado en el teatro de la ciudad. Es la obra más representativa de una época de la poesía gauchesca: la de su autorreflexión como género.

·         José Hernández
Fue soldado, periodista, funcionario público y legislador, partidario de Urquiza y de las divisas del federalismo. Sus obras cumbres son: El gaucho Martín Fierro y La vuelta del Martín Fierro, son dos textos conocidos en la actualidad como las dos partes de una misma obra, que marca el punto más alto y definitivo de la poesía gauchesca, constituyéndose en una de las obras esenciales de toda la literatura argentina.
La primera parte puede leerse como un alegato contra los abusos de la presidencia de Sarmiento. La notable repercusión que obtuvo el poema alentó a Hernández a realizar una segunda parte, siete años más tarde, en la que la dureza de la primera deja lugar a un cuadro más matizado y complejo del mundo rural.
"Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que el
hombre que lo desvela
una pena estraordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuela.

Pido a los santos del cielo
que ayuden a mi
pensamiento,
les pido en este momento
que voy a cantar mi historia
me refresquen la memoria
y aclaren mi entendimiento.

Vagan santos milagrosos,
vengan todos en mi ayuda,
que la lengua se me añuda
y se me turba la vista;
pido a mi Dios que me asista
en una ocasión tan ruda.

Yo he visto muchos cantores,
con famas bien obtenidas,
y que después de adquiridas
no las quieren sustentar.
Parece que sin largar
se cansaron en partidas.

Mas ande otro criollo pasa
Martín Fierro ha de pasar,
nada lo hace recular
ni las
fantasmas lo espantan,
y dende que todos cantan
yo también quiero cantar.
(…)
Ya no soy cantor letrao,
mas si me pongo a cantar
no tengo cuándo acabar
y me envejezco cantando;
las coplas me van brotando
como
agua de manantial."
José Hernández, El gaucho Martín Fierro
Hernández logró una obra más contundente en el terreno político que la de sus antecesores gauchi-políticos y, al mismo tiempo, de mayor alcance y valor literario que la de quienes habían pretendido estetizar la poesía gauchesca.

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